viernes, 11 de noviembre de 2016

Con el sello SENA, el Lapicero por la Paz recorre a Colombia

José Mauricio Grajales es un emprendedor con el sello SENA quien recorre el país recogiendo firmas y mensajes alusivos a la paz, en un libro que lleva a todas partes.

Para lograr este propósito diseñó el Lapicero por la Paz, como lo denominó el emprendedor, fabricado en su propia empresa Arte Kabaj, beneficiaria del Fondo Emprender del SENA en el año 2008. En ese entonces recibió capital semilla por 35 millones de pesos, recursos con los cuales, se dedicó a cubrir en madera con distintos diseños memorias USB y minas de lapiceros.
“A través de un proceso de diseño e innovación de casi ocho  años, la idea inicial ha tomado forma de “Lapicero por la Paz”, en el que se fusiona la artesanía con un objeto convencional, dándole como valor agregado un concepto ambiental y eminentemente social por la coyuntura política del país” señala José Mauricio Grajales al hacer referencia al lapicero artesanal hecho en madera, preferiblemente de café, y una bala de fusil calibre 7.65.



Al Lapicero por la Paz y al libro donde se dejan los mensajes, los acompaña una estatuilla metálica de una niña afrodescendiente de unos 25 centímetros, construida con un cilindro bomba y que representa la unión de los pueblos.
Con el Lapicero por la Paz han firmado y dejado su mensaje en el libro más de 3.500 personas en el último año; entre ellos, el presidente de la República Juan Manuel Santos; Juan Pablo Cárdenas, director de Radio Universidad Chile, catedrático y Premio Nacional de Periodismo de Chile 2015; Alfredo Molano sociólogo, periodista  y escritor colombiano;  María Elvira Arango periodista, directora y conductora del programa “Los Informantes”; el cantautor Piero; los Senadores Iván Cepeda, Antonio Navarro Wolf y Roy Barreras; la Representante a la Cámara por el Valle y Presidente de la bancada afro del Congreso Guillermina Bravo; en el ámbito regional Sigifredo Salazar Gobernador de Risaralda y Juan Pablo Gallo alcalde de Pereira; lo mismo que una larga lista de actores, deportistas, líderes comunales y gente del común que ven con muy buenos ojos este propósito.

José Mauricio Grajales cuenta con el visto bueno de los alcaldes de Bojayá, Riosucio y Bajo Baudó Pizarro, municipios del Chocó, para establecer en ellos unidades productivas para fabricación del lapicero. “Aquí lo más importante es generar empleo, que las administraciones municipales o el gobierno nacional les compre a los cultivadores de coca la producción de 70 mil palos de coca, se erradican y se les ofrece otras alternativas laborales. Es decir, no cultivan más coca, nos venden los palos y vienen a elaborar artesanías legalmente en este proyecto” explica José Mauricio Grajales quien agregó que con estas unidades productivas se pueden impactar a 300 víctimas del conflicto o cultivadores de coca.

Para el director del SENA en Risaralda, Andrés Aurelio Alarcón Tique, la empresa del Señor Grajales, es una muestra del emprendimiento de los aprendices de esta entidad. “Él ha forjado una empresa que apoya con puestos de trabajo para la región y mantiene un pensamiento social para la Paz de Colombia no solo por la reutilización de artefactos sino por el uso de utilidades en la formación de los niños” agregó el directivo.
Con las ganancias de la venta de los lapiceros se puso en marcha hace pocos días la primera escuela de música del departamento de Risaralda, concretamente en el barrio La Playita de Dosquebradas, a donde acuden 33 niños y 22 jóvenes quienes cuentan con guitarras, flautas e instrumentos menores y un profesor que les regala su tiempo todos los sábados. “Se les imprime formación hacia el respeto por su cuerpo y por su ser y que respeten a sus compañeros” concluyó José Mauricio Grajales.
Como lo advirtió en su momento Francisco Mosquera, víctima de la violencia en el Chocó, quien actualmente vive en Pereira, y forma parte de la Fundación Hercol, Héroes de Colombia, “las únicas minas que deberían existir deben ser las minas de lapicero” frase que ha inspirado aún más este noble propósito para recoger firmas y mensajes.
Tanto el libro, como la estatuilla y el lapicero por la paz, será entregado a la Gobernación de Risaralda en febrero del próximo año, cuando el departamento cumple 50 años de vida administrativa, y luego reposará en el Centro de Memoria Histórica en la capital del país.
Tres datos para tener en cuenta…
Este dinámico emprendedor también es egresado SENA del programa técnico en  Artesanías Contemporáneas, conocimientos valiosos para su proyecto productivo.
Un grupo de afrodescendientes del Chocó le encargó un lapicero para enviarle al presidente de Estados Unidos Barak Obama hecho que se concretará este 15 de noviembre en el Congreso de la República.
La empresa de Grajales  genera actualmente un empleo directo y cuatro empleos indirectos, dándole la oportunidad a víctimas del conflicto, preferiblemente discapacitados y madres cabeza de hogar según los encargos que le hacen del lapicero.
En su reciente visita a Risaralda donde inauguró una tecnoacademia, el director general del SENA, Alfonso Prada Gil, estampó su firma con el Lapicero por la Paz y dejó su mensaje

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